Una víctima del comunismo será el primer beato cubano
El máximo responsable de la matanza fue el Delegado de Orden Público en la Junta de Defensa de Madrid, Santiago Carrillo, involucrado en el genocidio de miles de personas durante noviembre y diciembre de 1936.
Debido a la persecución religiosa desatada por los comunistas el 18 de julio de 1936 en España, fray José fue detenido con todos los demás religiosos agustinos del monasterio de El Escorial el 6 de agosto de 1936. Fueron encarcelados en la prisión de San Antón, situada en la céntrica calle de Hortaleza de Madrid y tras 4 meses en las cárceles madrileñas se les asesinó por el simple hecho de ser religiosos. Fray José sólo tenía 24 años. Tuvo la oportunidad de conseguir su libertad por su condición de cubano, pero decidió correr la misma suerte que sus hermanos agustinos.
El laico y buen amigo de la familia López Piteira, Miguel Ángel Fernández, ha hecho una breve pero excelente reseña biográfica del mártir cubano. En dicha reseña describe los últimos momentos de su martirio:
Es el padre Natalio Herrero, que, como prior, le conocía desde el año del noviciado, quien nos trasmite el detalle: "Es digno de notarse la respuesta del diácono José López Piteira, nacido en Cuba, quien, al decirle que podía hacer valer esa circunstancia, de haber nacido en Cuba, para conseguir la libertad, contestó: "Están aquí todos ustedes que han sido mis educadores, mis maestros y mis superiores, ¿qué voy a hacer yo en la ciudad? Prefiero seguir la suerte de todos, y sea lo que Dios quiera"... Su nombre fue incluido en una "saca de la muerte", y llamado a primeras horas de la mañana del último día de noviembre, festividad de San Andrés, Apóstol y mártir, después de varios días de constante sangrado de las cárceles madrileñas, y en la tercera ocasión durante dicho mes en que incorporaban a agustinos en dichos "paseos". Le ataron las manos, después de haberle despojado de todo, siendo conducido a Paracuellos del Jarama, a las afueras de Madrid, con otros 50 agustinos, donde fueron sacrificados el 30 de noviembre de 1936, dando verdaderas muestras de entereza y fe cristiana ante los propios verdugos que les mataron, tanto es así que éstos quedaban admirados de su valor y fortaleza cristianas.
El máximo responsable de la matanza de Paracuellos hoy en día aún vive y es homenajeado de forma incomprensible por el actual Gobierno español e instituciones afines. La "recuperación de la memoria histórica" promovida desde el Ejecutivo español actual no pretende y nunca ha pretendido hacer justicia en este y otros casos parecidos de genocidio. El olvido y la tergiversación de la historia son el recurso que ha tenido y tiene esa autodenominada izquierda para ocultar sus crímenes.
Que fray José López Piteira próximamente sea beatificado es una buena nueva para los cubanos. El régimen comunista que sojuzga por casi medio siglo a nuestro pueblo es de la misma escuela de asesinos que la del hoy doctor honoris causa de la Universidad Autónoma de Madrid, el señor Carrillo, que martirizó a miles de españoles y a nuestro futuro beato. Es un reconocimiento implícito a otros tantos mártires que han dado en ofrenda su vida por llevar la democracia a Cuba y por el fin de la peor dictadura que ha padecido América.
*Publicado en Libertad Digital el 25-07-2007 (escrito el 17-06-2007)
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