Wenceslao Cruz Blanco

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viernes, septiembre 14, 2007

España y Cuba ¿Colaboración o Parricidio?

Canovas del Castillo, alguna vez comentó que «no hay más alianzas que las que trazan los intereses ni nunca las habrá». La relación establecida entre el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero con Cuba se puede catalogar como tal. Los intereses entre el gobierno cubano y el gobierno español ya es demostrable que coinciden. Los elogios del castrismo para con el zapaterismo no deberían parecer anécdotas puntuales o hechos aislados, pues es evidente que existe satisfacción por parte de los que llevan sojuzgando al pueblo cubano por medio siglo.

El gobierno español dice estar movido por el deseo de ayudar al pueblo cubano, pero para asegurarnos de que es una actitud cínica e hipócrita bastaría estar atentos a quién es el que halaga y quién el que desprecia cada una de las nuevas iniciativas que surgen.

Ya nadie debería dudar de que la alianza de España con el gobierno dictatorial cubano es un hecho contrastado fehacientemente. Buena parte de los integrantes del gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero se encargan constantemente de recordarlo. Si antes resultó ser el Ministro de Asuntos Exteriores, el Sr. Moratinos, ahora le tocó el turno a la Sra. Leyre Pajín, secretaria de Estado de Cooperación, quien ha anunciado esta semana que España reestablecerá la cooperación con Cuba, pero sobre todo sin vincularla al cumplimiento del respeto a los derechos humanos, como exige la “posición común” adoptada por el parlamento Europeo.

El espaldarazo a la tiranía lo quiere llevar a cabo la secretaria haciendo partícipes a “todas las comunidades autónomas sin excepción de color político, las universidades, el Centro Superior de Investigaciones Científicas y las ONGs”.

Las reacciones no se han hecho esperar. Destacados representantes de la oposición interna de Cuba ya han mostrado su malestar. Desde La Habana, el líder del Movimiento Cristiano de Liberación y premio Sajarov, Oswaldo Payá, remitió una breve nota en la que señaló que “las declaraciones de la Secretaría de Estado de Cooperación, no vinculando la mejora de la situación de los DDHH en Cuba a la cooperación española, constituyen un cheque en blanco para que continúen las violaciones de dichos derechos” para matizar a continuación que “la actitud del PSOE no está contribuyendo a una transición pacífica en Cuba”.

Esta actitud del PSOE, que denuncia Payá, no sólo confirma el desprecio que sienten los representantes del socialismo español hacia los demócratas y el pueblo cubano, sino que pone de relieve el poco convencimiento que tienen de que el pueblo cubano pueda alcanzar la libertad y disfrutar de una democracia a corto o mediano plazo.

Fue el gobierno español de Canovas del Castillo quien desarrolló una política colonial basada en la represión a los partidarios de la independencia cubana. Algo que se repite nuevamente. Esta vez contra los partidarios y defensores de una Cuba libre y democrática. El nuevo tipo de represión se camufla en el desprecio y la omisión a las demandas democráticas y de respeto a los derechos humanos.

El gobierno español no reprime directamente como en la guerra que acabó dándole la independencia a Cuba, pero sí que le sirve de soporte a un régimen dictatorial que más temprano que tarde caerá. No perderá esta vez una colonia, pero si perderá otras muchas cosas. Lo único que si es seguro que ganará es el aborrecimiento del que fue un pueblo oprimido, un pueblo que le será difícil referirse a España como la “Madre Patria”. La tiranía cubana ha provocado directa e indirectamente decenas de miles de muertos. España entra en el mismo grado de corresponsabilidad que tiene el tirano para con su pueblo ayudándole como lo hace en la actualidad. Parricida en vez de madre, quizás sea, gracias al gobierno de Zapatero, una consideración más adecuada.


© Escrito para Diario de América