Los Virus, la Mafia y El Herald
Existen algunos programas dañinos denominados Spywares que afectan a nuestros ordenadores, lo ralentizan, algo que nos permite saber que algo no anda bien. El objetivo de estos programas no es otro que obtener información nuestra, nuestra lista de correos, claves, etc... Realmente no pretenden que nuestro ordenador vaya como una tortuga, pero no pueden evitar los efectos colaterales de su incursión ilegal por nuestra intimidad.
Hay algunos de estos programas Spy que ha llamado mi atención, son unos que se instalan y con frecuencia te avisan (mediante una ventana – popup) de que no tienes un Anti-Spy instalado y que compres uno específico, el suyo. En definitiva que el creador de tu nuevo problema dice que te ayuda a solucionarlo, es evidente que podrá, por lo que piensas en pagarle para tener cierta seguridad y tranquilidad, e increíblemente un gran porciento de los usuarios dañados accede a ello de forma bastante ingenua.
Este procedimiento similar al del matón y delincuente, que promete proteger tu negocio si le pagas una mensualidad, y que se reconoce como un comportamiento mafioso, tiene semejanzas también con ciertas formas de actuar de importantes medios de información a efectos de publicidad, o sea que venden ellos mismos la solución al problema que te ocasionan, algo así como decir que: Nosotros somos éticos, si nos compras te asegurarás de consumir ética. Y de forma perniciosa tratan de moldear la concepción que tenías de un tema o una cuestión.
Cuando un periódico como El Nuevo Herald alude a una supuesta ética para despedir a tres prestigiosos periodistas, muy críticos con un régimen dictatorial que estudia permitirle poner una oficina en La Habana (según el columnista Ernesto F. Betancourt que renunció a su columna en el Herald después del despido de sus compañeros), resulta cuanto menos de un cinismo apabullante tratándose de Cuba, donde sólo se permite ejercer a los periodistas que se conocen como “oficialistas”, o sea, los que reciben el salario del propio gobierno cubano, y ahí sí que no pueden apartarse de la línea oficial si no quieren, en el mejor de los casos, pasar al ostracismo y al paro.
¿Es que acaso puede haber alguna ética en la gerencia de un periódico que estudia la posibilidad de poner una filial en un país, que tras China es el que más periodistas tiene encarcelados, donde toda información que se emita desde Cuba ha de ser mas o menos favorable si quieren mantenerse dentro de la isla?
Cuando te ofrecen una solución, pero quien te la ofrece es el problema, y tú aceptas la solución, cedes al chantaje. Cuando un periódico para ganar suscriptores dice regirse por una ética que ha demostrado no respeta, cuando despide a los que con una trayectoria profesional intachable han denunciado a la tiranía por tantos años y ya no les sirve porque ese régimen ha entrado dentro de los nuevos potenciales “sponsors” de la publicación, lo ético y correcto es cancelar la suscripción con ese medio.
Quien compre El Nuevo Herald porque la publicación dice tener ética, hace igual que quien compra el Anti-Spy que dice eliminar la infección, un pobre ingenuo. El que tiene problemas de ética no puede instruirte moralmente y si se lo permites prepárate a seguir bajo su influencia, y pagar por ello.
Hay algunos de estos programas Spy que ha llamado mi atención, son unos que se instalan y con frecuencia te avisan (mediante una ventana – popup) de que no tienes un Anti-Spy instalado y que compres uno específico, el suyo. En definitiva que el creador de tu nuevo problema dice que te ayuda a solucionarlo, es evidente que podrá, por lo que piensas en pagarle para tener cierta seguridad y tranquilidad, e increíblemente un gran porciento de los usuarios dañados accede a ello de forma bastante ingenua.
Este procedimiento similar al del matón y delincuente, que promete proteger tu negocio si le pagas una mensualidad, y que se reconoce como un comportamiento mafioso, tiene semejanzas también con ciertas formas de actuar de importantes medios de información a efectos de publicidad, o sea que venden ellos mismos la solución al problema que te ocasionan, algo así como decir que: Nosotros somos éticos, si nos compras te asegurarás de consumir ética. Y de forma perniciosa tratan de moldear la concepción que tenías de un tema o una cuestión.
Cuando un periódico como El Nuevo Herald alude a una supuesta ética para despedir a tres prestigiosos periodistas, muy críticos con un régimen dictatorial que estudia permitirle poner una oficina en La Habana (según el columnista Ernesto F. Betancourt que renunció a su columna en el Herald después del despido de sus compañeros), resulta cuanto menos de un cinismo apabullante tratándose de Cuba, donde sólo se permite ejercer a los periodistas que se conocen como “oficialistas”, o sea, los que reciben el salario del propio gobierno cubano, y ahí sí que no pueden apartarse de la línea oficial si no quieren, en el mejor de los casos, pasar al ostracismo y al paro.
¿Es que acaso puede haber alguna ética en la gerencia de un periódico que estudia la posibilidad de poner una filial en un país, que tras China es el que más periodistas tiene encarcelados, donde toda información que se emita desde Cuba ha de ser mas o menos favorable si quieren mantenerse dentro de la isla?
Cuando te ofrecen una solución, pero quien te la ofrece es el problema, y tú aceptas la solución, cedes al chantaje. Cuando un periódico para ganar suscriptores dice regirse por una ética que ha demostrado no respeta, cuando despide a los que con una trayectoria profesional intachable han denunciado a la tiranía por tantos años y ya no les sirve porque ese régimen ha entrado dentro de los nuevos potenciales “sponsors” de la publicación, lo ético y correcto es cancelar la suscripción con ese medio.
Quien compre El Nuevo Herald porque la publicación dice tener ética, hace igual que quien compra el Anti-Spy que dice eliminar la infección, un pobre ingenuo. El que tiene problemas de ética no puede instruirte moralmente y si se lo permites prepárate a seguir bajo su influencia, y pagar por ello.
1 Comments:
No podria estar mas de acuerdo. Sinembargo solo deberia ser el primer paso que tenemos al alcance.
Mas rotundo es la via Judicial, donde se dirimen los excesos del Poder de la Prensa, bajo acusaciones de Libelo, Difamaciones de Caracter, y Violaciones Eticas, las del Herald
No solo el Miami Herald, sino tambien CNN, Reuters, etc, violan la etica cuando para promover sus intereses economicos utilizan su poder politico, social e intelectual, poniendo al servicio del gobierno cubano sus ideas proselitistas.
En estas llamadas democracias, Don Dinero es la ideologia sustentativa. Bastaria con documentar cuantos periodistas a nivel nacional venden su trabajo profesional a agencias del gobierno, a organismos que se mantienen con donaciones gubernamentales, etc y como y cuanto son pagados.
El gobierno es otro cliente mas, y en este caso ha sido una caceria de brujas. Brujas que por otra parte son personas dignas que han dedicado toda su existencia a una misma causa, sin desviaciones eticas.
El Herald no entendera nunca la linea moral de estos, si esta movido por otros intereses economicos, y por ello hace proselitismo con un gobierno foraneo. A eso vamos, al dinero, pues que pague por ello, con el unico valor de cambio. Restitucion por Libelo, por violaciones eticas y Retraccion Editorial como mandato Judicial.
El Poder Judicial esta por encima del "necesario" Poder de la Prensa y del Gran Dinero. Esta es la via positivista.
Un corolario semejante vemos en la prensa de Espana. Que todos sabemos que no se trata "De mantener el Dialogo Abierto" jajaja, sino de mantener a Melia y demas. Al menos ya no somos Indios que se nos compra con espejitos, armaduras y cachibaches. Pero bueno, ya eso son quehaceres de otra Democracia, en Estado de Derecho interno. Luego esa misma prensa dira como los negreros del siglo XVI: "Nosotros solo obedecemos a las necesidades del Mercado".
El Mercado para el Herald es vender primicias de lo que pasa en Cuba. Pues que pague, no solo al Gobierno de Cuba, sino a los periodistas que quiere deshonrar.
Jose Antonio. Connecticut, 15-09-06
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