El GAL, más activo que nunca
La impactante investigación y descripción de Fernando Múgica –periodista de investigación de "El Mundo"- de los hechos relacionados con el 11-M no debería pasar desapercibida ni por la oposición ni por los votantes españoles. El gobierno actual, negado a reconocer aún de que el atentado le ha rendido frutos, hará lo imposible por no investigar los hechos. Es muy probable que el desespero de Zapatero, al ver el escrito imparcial y riguroso del periodista, le indujera incluso a cometer una ilegalidad para llamar la atención y así ensombrecer las consecuencias que se deben derivar de la comprensión del artículo. Lo grave de la actuación del nuevo presidente español no es el adelantar y por tanto incumplir su promesa de retirar las tropas el 30 de Junio perjudicando a nuestros aliados, lo seguramente ilegal e inusual es que no haya siquiera esperado a que el futuro Ministro de Defensa tomara posesión de su cargo el lunes –el único Ministro que faltaba por hacerlo- . Todavía estaba Federico Trillo como Ministro en funciones cuando Zapatero -apresuradamente y el mismo domingo- toma tan insolidaria determinación. Algo que hace incumpliendo las formalidades legales que establece la constitución en su articulo 101.2.
Si bien fue cierto que el actual presidente español hizo una alianza estratégica con la paria de la izquierda –actuales socios del gobierno- para intentar desgastar al gobierno del PP, esto no ha impedido que los españoles con memoria vean la hipocresía de los socialistas con respecto a la guerra. Solo sería suficiente recordar la guerra de la antigua Yugoslavia para reconocer el "talante" hipócrita del nuevo presidente. Ante la imposibilidad de buscar un programa de partido que pudiera superar los exitosos 8 años de Aznar tuvieron que recurrir a hechos externos para hacerse notar. El Prestige fue un primer aviso y el actual Ministro de Trabajo no dudó tan siquiera en recurrir a la manipulación falseando un documento relacionado con el accidente del petrolero, incluso un parlamentario socialista –obligado a dimitir- fue descubierto in fraganti cuando decía que los socialistas necesitaban otro Prestige.
Aunque el socialista dimitió, su idea no cayó en el olvido. Había que aprovechar cualquier circunstancia –incluso provocarla- para acceder a la Moncloa. Ahí es donde entra una nueva hipótesis y muy preocupante sobre los que en su día fueron los creadores de los GAL (Grupo Antiterrorista de Liberación).
El GAL, creado para luchar contra ETA en la etapa de Felipe González a espaldas de la ley – y por ende igualmente terrorista- da la sensación que no ha desaparecido. Su objetivo –en el pasado- fue llenar los bolsillos de sus miembros sirviéndose de los "fondos reservados" aunque se parapetaran en la lucha contra ETA. Los máximos responsables siguen libres y disfrazados de demócratas, y según diversas fuentes se da por sentado el papel de "información" de Rafael Vera a los medios de propaganda del PSOE en los días de investigación de los atentados.
La relación de Vera en la campaña de desinformación sobre los atentados y la comprobada participación de súbditos marroquíes, traen a la memoria la contratación de mercenarios de igual nacionalidad por parte de los GAL, como fue el caso de Mohand Talbi (uno de los secuestradores de Marey). Demasiadas coincidencias, demasiados "agujeros negros" y demasiada manipulación.
Los GAL parecen situarse por encima de la Ley. Quizás ya no se llamen con ese nombre para no ser incongruentes. Quizás intentaron camuflarse dentro del nuevo Ministerio de Seguridad, nuevo nombre que quiso ponerle Zapatero al Ministerio del Interior -ya desechado el cambio por el coste- . Hay dinero para todos los que han apoyado, pero se han dado cuenta que no se puede malgastar "inescrupulosamente", hay que recompensar a muchos. Los productores de cine españoles han logrado que Zapatero se comprometa a obligar a poner una de sus películas de cada tres extranjeras en los cines. Rafael Vera aparte del indulto o la exculpación seguirá por encima de la Ley formando parte de la plantilla del actual gobierno español. Y si el momento lo requiere volverá a dar o a inducir –como así se infiere de lo acontecido- un nuevo golpe de estado "democrático" para el bien de su bolsillo y sus amigos.
Si bien fue cierto que el actual presidente español hizo una alianza estratégica con la paria de la izquierda –actuales socios del gobierno- para intentar desgastar al gobierno del PP, esto no ha impedido que los españoles con memoria vean la hipocresía de los socialistas con respecto a la guerra. Solo sería suficiente recordar la guerra de la antigua Yugoslavia para reconocer el "talante" hipócrita del nuevo presidente. Ante la imposibilidad de buscar un programa de partido que pudiera superar los exitosos 8 años de Aznar tuvieron que recurrir a hechos externos para hacerse notar. El Prestige fue un primer aviso y el actual Ministro de Trabajo no dudó tan siquiera en recurrir a la manipulación falseando un documento relacionado con el accidente del petrolero, incluso un parlamentario socialista –obligado a dimitir- fue descubierto in fraganti cuando decía que los socialistas necesitaban otro Prestige.
Aunque el socialista dimitió, su idea no cayó en el olvido. Había que aprovechar cualquier circunstancia –incluso provocarla- para acceder a la Moncloa. Ahí es donde entra una nueva hipótesis y muy preocupante sobre los que en su día fueron los creadores de los GAL (Grupo Antiterrorista de Liberación).
El GAL, creado para luchar contra ETA en la etapa de Felipe González a espaldas de la ley – y por ende igualmente terrorista- da la sensación que no ha desaparecido. Su objetivo –en el pasado- fue llenar los bolsillos de sus miembros sirviéndose de los "fondos reservados" aunque se parapetaran en la lucha contra ETA. Los máximos responsables siguen libres y disfrazados de demócratas, y según diversas fuentes se da por sentado el papel de "información" de Rafael Vera a los medios de propaganda del PSOE en los días de investigación de los atentados.
La relación de Vera en la campaña de desinformación sobre los atentados y la comprobada participación de súbditos marroquíes, traen a la memoria la contratación de mercenarios de igual nacionalidad por parte de los GAL, como fue el caso de Mohand Talbi (uno de los secuestradores de Marey). Demasiadas coincidencias, demasiados "agujeros negros" y demasiada manipulación.
Los GAL parecen situarse por encima de la Ley. Quizás ya no se llamen con ese nombre para no ser incongruentes. Quizás intentaron camuflarse dentro del nuevo Ministerio de Seguridad, nuevo nombre que quiso ponerle Zapatero al Ministerio del Interior -ya desechado el cambio por el coste- . Hay dinero para todos los que han apoyado, pero se han dado cuenta que no se puede malgastar "inescrupulosamente", hay que recompensar a muchos. Los productores de cine españoles han logrado que Zapatero se comprometa a obligar a poner una de sus películas de cada tres extranjeras en los cines. Rafael Vera aparte del indulto o la exculpación seguirá por encima de la Ley formando parte de la plantilla del actual gobierno español. Y si el momento lo requiere volverá a dar o a inducir –como así se infiere de lo acontecido- un nuevo golpe de estado "democrático" para el bien de su bolsillo y sus amigos.
La mentira o la ocultación de parte de la verdad acontecida en el más trágico suceso de la democracia española no se debe permitir por el actual gobierno socialista. Hay que llegar hasta el final. En cuanto al fiel y católico nuevo Ministro de Defensa de Zapatero, José Bono, que parece creer exculpar sus pecados siguiendo el proverbio escocés: "Miente tu por mí, y yo juraré por ti" no sería un error recordarle que al terrorismo se le combate y se le destruye desde la Ley, no se le utiliza para fines o intereses espurios.
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