Andrés Sorel en su Caverna
El secretario general de la Asociación Colegial de Escritores de España (A.C.E.), Andrés Sorel, que participa en la Feria del libro de la Habana, ha criticado duramente a los medios españoles al referirse a «los momentos difíciles» que vive la literatura ibérica, no ajena «a la mentira, la tergiversación que es lo imperante en los medios de comunicación».
Con el titulo “Literatura, política editorial, censura, mercado e independencia” la ponencia del escritor estuvo principalmente encaminada a criticar a las «macroeditoriales encargadas de sentar pautas consumistas en el gusto de los lectores» sin dejar de acusar, a concursos de prestigio como el premio Planeta o el Alfaguara, de ser corruptos.
El “reprimido” escritor parece no darse cuenta de las contradicciones en que cae. Se encuentra en un país de una sola “macroeditorial” y con una “corrupción ideológica” tal de sus escritores, que se ven obligados, para sobrevivir, a someterse a las pautas editoriales dadas desde el Partido Comunista de Cuba. Los escritores y periodistas que no cumplen dichas pautas son fácilmente enajenados e incluso, como él muy bien sabe, llevados a prisión.
Luego del fusilamiento de tres cubanos y el encarcelamiento de intelectuales y defensores de los derechos humanos en Cuba, el Sr. Sorel mediante una carta de apoyo a la dictadura - y que llamó “Con Cuba”-, dejó ver su verdadero rostro cuando dijo « En nuestro país, a veces, aunque esté abolida la pena de muerte, se han matado a vascos por la espalda o tras torturarlos, y numerosas son las cárceles con presos en condiciones especiales, los presos FIES*, por ejemplo». Para la sociedad española, que sufre a ETA, es conocido que hay muchas formas de pagar el “impuesto revolucionario”, y no hay duda que intelectuales de esta calaña lo hacen de esta forma y voluntaria. Elos nunca se pronuncian a favor de las víctimas del terrorismo y se preocupan de los derechos - ya excesivamente garantizados en democracia - de los propios terroristas.
Es tal la hipocresía de este Sr. que en su libro “Las Voces del Estrecho” se solidariza con las víctimas de la inmigración ilegal a España y sin embargo es capaz de ocultar al mundo la realidad de los balseros cubanos, oculta los asesinatos como el del Remolcador 13 de marzo y de los pilotos de hermanos al rescate. Es cierto que - y como en una entrevista el mismo se dijo- «... algunos escritores decimos que somos como las prostitutas que se exhiben en los escaparates de Ámsterdam», por lo que no es extraño que este segoviano escritor asuma en la habana esta deplorable postura. ¿Qué se puede esperar de quien llama a una mente asesina como la del Che una “mente lúcida”? o de quien dice que «Cuba es una de las pocas esperanzas que quedan como demostración de que es posible un mundo nuevo».
Y no deja de tener razón en esto último, los cubanos conocemos muy bien el mundo nuevo a que nos han llevado el Che y Castro - pues lo sufrimos- y nuestras “Voces” no quieren ser escuchadas ni por Sorel ni por los “intelectualoides” que lo secundan. El escritor sabe muy bien que ya encontró su caverna, una caverna de ladrones de libertad y justicia, la caverna que el conoce cuando reflexiona a Machado, la caverna donde todo reaccionarismo consecuente termina: La dictadura.
* Fichero de Internos de Especial Seguimiento cuya especial peligrosidad les hace acreedores de esa particular atención.
Con el titulo “Literatura, política editorial, censura, mercado e independencia” la ponencia del escritor estuvo principalmente encaminada a criticar a las «macroeditoriales encargadas de sentar pautas consumistas en el gusto de los lectores» sin dejar de acusar, a concursos de prestigio como el premio Planeta o el Alfaguara, de ser corruptos.
El “reprimido” escritor parece no darse cuenta de las contradicciones en que cae. Se encuentra en un país de una sola “macroeditorial” y con una “corrupción ideológica” tal de sus escritores, que se ven obligados, para sobrevivir, a someterse a las pautas editoriales dadas desde el Partido Comunista de Cuba. Los escritores y periodistas que no cumplen dichas pautas son fácilmente enajenados e incluso, como él muy bien sabe, llevados a prisión.
Luego del fusilamiento de tres cubanos y el encarcelamiento de intelectuales y defensores de los derechos humanos en Cuba, el Sr. Sorel mediante una carta de apoyo a la dictadura - y que llamó “Con Cuba”-, dejó ver su verdadero rostro cuando dijo « En nuestro país, a veces, aunque esté abolida la pena de muerte, se han matado a vascos por la espalda o tras torturarlos, y numerosas son las cárceles con presos en condiciones especiales, los presos FIES*, por ejemplo». Para la sociedad española, que sufre a ETA, es conocido que hay muchas formas de pagar el “impuesto revolucionario”, y no hay duda que intelectuales de esta calaña lo hacen de esta forma y voluntaria. Elos nunca se pronuncian a favor de las víctimas del terrorismo y se preocupan de los derechos - ya excesivamente garantizados en democracia - de los propios terroristas.
Es tal la hipocresía de este Sr. que en su libro “Las Voces del Estrecho” se solidariza con las víctimas de la inmigración ilegal a España y sin embargo es capaz de ocultar al mundo la realidad de los balseros cubanos, oculta los asesinatos como el del Remolcador 13 de marzo y de los pilotos de hermanos al rescate. Es cierto que - y como en una entrevista el mismo se dijo- «... algunos escritores decimos que somos como las prostitutas que se exhiben en los escaparates de Ámsterdam», por lo que no es extraño que este segoviano escritor asuma en la habana esta deplorable postura. ¿Qué se puede esperar de quien llama a una mente asesina como la del Che una “mente lúcida”? o de quien dice que «Cuba es una de las pocas esperanzas que quedan como demostración de que es posible un mundo nuevo».
Y no deja de tener razón en esto último, los cubanos conocemos muy bien el mundo nuevo a que nos han llevado el Che y Castro - pues lo sufrimos- y nuestras “Voces” no quieren ser escuchadas ni por Sorel ni por los “intelectualoides” que lo secundan. El escritor sabe muy bien que ya encontró su caverna, una caverna de ladrones de libertad y justicia, la caverna que el conoce cuando reflexiona a Machado, la caverna donde todo reaccionarismo consecuente termina: La dictadura.
* Fichero de Internos de Especial Seguimiento cuya especial peligrosidad les hace acreedores de esa particular atención.
1 Comments:
Cuatro años después de publicarse este post, ni la realidad cubana ha cambiado ni Sorel tampoco. Sigue siendo un vividor sin escrúpulos ni más ideología que llenarse el bolsillo a costa de sus tinglados. Qué pena.
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