Wenceslao Cruz Blanco

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viernes, diciembre 07, 2007

El Himno Gallego y su triste centenario en Cuba

Emilio Pérez Touriño, otro ejemplo de un político socialista ajeno al sufrimiento del pueblo cubanoCuatro estrofas de las diez que compuso el “O bardo de Bergantiños” - como se conoce al médico y poeta Eduardo González Pondal - en su famoso poema “Os Pinos”, constituyen el Himno Gallego.

Al igual que la mayoría de españoles desconocen que el Himno Asturiano «Asturias, Patria Querida» es un son cubano con música polaca, muchos también ignoran que fue un 20 de diciembre de 1907, en el Centro Gallego de la capital de Cuba, donde se estrenó y desde entonces se consideró, el poema de González Pondal, como el Himno de Galicia. Aunque no se hizo oficial hasta el 29 de mayo de 1984 cuando se aprobó por el Parlamento Gallego la Ley de Símbolos.

Es precisamente en el hoy “Gran Teatro de La Habana”, antiguo “Centro Gallego”, y que fue expropiado por la llamada “Revolución cubana”, donde mañana sábado, el presidente de la Comunidad Autónoma de Galicia, el socialista Emilio Pérez Touriño, estará presidiendo la celebración de su centenario junto a altos cargos de la dictadura cubana.

Como era de esperar, el Sr. Touriño y la comitiva que le acompaña (entre ellos el diputado del PP Gallego, Miguel Santalices), durante su breve estancia en la Isla, sólo se reunirán con empresarios gallegos con inversiones en Cuba y con los representantes de la dictadura, Carlos Lage Dávila y José Ramón Fernández. Seguro tampoco faltará una visita por La Habana guiada por el historiador, el Sr. Eusebio Leal, rico empresario e inversionista gubernamental.

Si bien es cierto que el presidente gallego alertó que su viaje a la isla iba a ser de “carácter cultural” también debería conocer que el régimen de La Habana nunca desliga un evento deportivo, educativo, cultural, u otro de cualquier índole, de la política. Su visita, pese a que no sea su propósito, se reviste así de connotaciones políticas. Una connotación que la tiranía cubana considerará o manipulará siempre como un respaldo y una legitimación que el mundo democrático y libre debería permanentemente rechazar.

Que personalidades como el Sr. Touriño, o el presidente canario, el Sr. Paulino Rivero, caigan en ese viejo juego que lleva realizando la más añeja y sangrienta tiranía del hemisferio, es bochornoso. Pero, que no tomen en cuenta a los cubanos, a esos que se les impide alojarse en un Hotel administrado por empresarios españoles, o a esos que se les contrata – con la intermediación de la dictadura - incumpliendo derechos fundamentales que defiende la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es indignante.

Ni que decir del poco interés que demuestran estas personalidades por los demócratas cubanos que denuncian la violación de esos derechos humanos fundamentales, y que muchos de ellos están en prisión por querer tener los mismos derechos que estos políticos disfrutan y ejercen en sus respectivos países.

Nunca son capaces de visitar a un disidente ni a un periodista independiente, seguramente para no incomodar a sus anfitriones, aunque podría ser perfectamente más creíble que lo hacen porque no les deja tiempo libre los mojitos, las mulatas y el sol que les brindan ceremoniosamente los verdugos del pueblo cubano.

En fin, mañana el Sr. Touriño, fiel representante del izquierdismo hipócrita que se enternece ante una tiranía "embargada" por una potencia económica y que es incapaz de mostrar un ápice de sensibilidad hacia un pueblo - en buena parte descendiente de gallegos - realmente embargado y bloqueado por una dictadura que no le da acceso a la democracia ni a la libertad, y que inhabilita los derechos fundamentales del individuo, estará festejando su Himno. Una ceremonia triste, sin duda.

© Escrito para Diario de América