Wenceslao Cruz Blanco

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sábado, diciembre 03, 2005

La pérdida de influencia de Castro en Brasil

Presidente Lula recibiendo consejos de DirceuLa destitución reciente de José Dirceu, mano derecha del presidente brasileño Luis Ignacio Lula Da Silva, en el pleno de la Cámara Baja por 293 votos a favor y 192 en contra, ha sido la continuación de la crisis que lo llevó a abandonar el gobierno el 16 de junio pasado luego de que dos días antes el líder laborista Roberto Jefferson denunció la existencia de una red montada por el Partido de los Trabajadores (PT) para sobornar a diputados y así tener la mayoría parlamentaria que el Gobierno de Lula no obtuvo en las urnas en 2002. Según la decisión legislativa, el político brasileño de 59 años, no podrá ser candidato ni ocupar cargo público alguno hasta el año 2016.

¿Pero es Dirceu sólo un simple político corrupto?

La BBC, un día después de producirse la renuncia de Dirceu del gobierno de Lula, desveló parte de la historia pasada de la mano derecha del presidente brasileño. Rememorando la vida turbia de Dirceu descrita por la BBC, una vida plagada de anécdotas y aventuras, por sus semejanzas hace que venga a nuestra mente el recuerdo de Carlos el Chacal, uno de los terroristas más sanguinarios igualmente formado por el gobierno cubano y que ahora cumple justa condena en las cárceles francesas, pese a la insatisfacción del presidente de su país natal Venezuela.

Aunque el hasta ahora respetable político brasileño recibió entrenamiento “guerrillero” en Cuba, en declaraciones a EFE y que también reprodujo El Mundo, quiso aparecer alejado de esa violencia cuando dijo “entrené guerrilleros, pero no me envolví. No era lo mío”. Evidentemente lo de él era algo más grande o digamos: más estratégico.

Procedente de la misma camada de terroristas paridos por Cuba para esparcir por el mundo, el ahora defenestrado político se siente acabado, pero ha pretendido en todo momento dejar limpio a su amigo y presidente Lula Da Silva.

Si es cierto, como dijo el ex comandante de la guerrilla brasileña, al que hace referencia EFE y el Mundo, que Dirceu llegó a trabajar para el servicio secreto del dictador cubano, es más que probable que lo siga siendo. Sólo el presidente brasileño sabe con más exactitud el poder real que le otorgó a su amigo José Dirceu, sus secretos más íntimos, esos que pudieran ahora seguir siendo utilizados por Castro, experto del chantaje, para influir con eficacia en la política brasileña, esté o no esté cerca su ex mano derecha.

Alejado ya completamente de la política, el más que probable agente de Castro en el gobierno de Lula, queda del presidente de Brasil el decidir cuanta influencia le seguirá dando al dictador cubano en la política brasileña. A no ser por supuesto que como dijo en su día el periodista Larry Rohter aludiendo a una conversación personal con Leonel Brizola -candidato a la Vicepresidencia junto a Lula en las elecciones (que perdieron) de 1998- en donde mostraba su preocupación por la afición al alcohol del ahora presidente, que Brasil esté gobernada por los asesores que son los que hacen el trabajo pesado.