Wenceslao Cruz Blanco

Wenceslao Cruz Blanco

«La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla.»

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Misceláneas de Cuba

martes, junio 22, 2004

Las personalidades de Castro

El loco CastroLuego de haber oído el último discurso de Fidel Castro se llega a la conclusión inequívoca que el problema principal que aqueja al dictador es clínico. El trastorno de personalidad que padece deja en manos del autor Robert Louis Stevenson y en su/s personaje/s Jekill y Mr. Hyde la descripción perfecta de las diferentes personalidades que va tomando a conveniencia. El problema de la oposición o disociación del bien y el mal se plantea en Castro preocupante. Y aunque su “parte buena” aparece solo cuando miente, para muchos podría hasta parecer un viejito noble por la pasión y el esfuerzo con que se introduce en el personaje. Un personaje que babea bilis en cuanto ve peligrar a Cuba, o sea su Cuba, no la de los cubanos.

El trastorno del dictador cubano podría coincidir con la paranoia, que es la tendencia injustificada a interpretar las acciones de las otras personas como deliberadamente amenazantes o degradantes. Eso al parecer le ocasiona pérdidas de memoria temporal o quizás ya permanentes debido a la obsesiva dolarfobia que padece.

El pasar de ser un terrorista internacional a querer ser antiterrorista junto a EE.UU., es llamativo. Alguien podría erróneamente considerarlo un “trastorno de personalidad fronterizo” llevado a la política, cuando simplemente es puro cinismo. Castro nunca respetó fronteras ni países para ocasionar dolor y su esquizofrenia consume su ser sin ningún límite.

Al brindarse a salvarle la vida a 3.000 norteamericanos enfermos, en compensación por la alegría que sintió junto a la Bonafini por el éxito del atentado a las torres gemelas, se contradice con el abandono que tiene a sus ciudadanos si estos carecen de dólares o de ayuda de sus familiares del exterior para hacer un simple tratamiento médico. Es ilógico que por una parte intente dar la sensación de unidad del pueblo cubano a sus locuras y por otra amenace con permitir un éxodo masivo de ese mismo pueblo que no le importa arriesgar su propia vida por huir de su tiranía.

El olvido que padece Fidel no es una enfermedad exclusiva. Al parecer algunos cubanos se han infectado igualmente. Unos cuantos de ellos incluso han protestado por las calles de Miami exigiendo al presidente americano que no restrinja las visitas a los rehenes de la isla. Es seguro que EE.UU. no pondría ningún inconveniente que esos mismos cubanos regresen voluntariamente –pero definitivamente- con sus familiares y disfruten juntos su paraíso comunista, contrariamente a lo que sigue imponiendo Castro a sus ciudadanos, exigiéndoles una llamada “carta blanca” o permiso gubernamental que han de pagar si desean salir de su propio país. No bastándole lo anterior, chantajea con la imposibilidad del regreso si no son satisfechos los pagos abusivos como el de una cuota mensual que ha de ser canalizada a través del consulado cubano en el país visitado.

Lo que intenta el gobierno americano es impedir que siga fluyendo indiscriminadamente el negocio próspero que tienen formados la dictadura cubana y corporaciones afines en la Florida que actuan con la habilidad mafiosa que les son innatas. Empresas que siguen abriendo oficinas en países como España donde es un buen negocio traficar con la desgracia cubana. Entidades cubanas como la Financiera Cimex extienden sus sucios tentáculos por toda Europa con la idea de lavarse a través de asociaciones y empresas que no les importan la procedencia del dinero gubernamental cubano.

¿A qué viene poner un ejemplo falso como el que EE.UU. impedirá que un “emigrante” cubano visite a un familiar gravemente enfermo en Cuba? El gobierno americano sabrá estudiar cada caso en particular para no caer en un acto inhumano similar al que sufrió –por poner uno de los ejemplos más conocidos- la Reina de la Salsa, Celia Cruz, cuando el dictador cubano le impidió entrar en Cuba para ver a su madre moribunda.

La desmemoria de Castro podrá ser interesada pero la de algunos cubanos carece de explicación inteligente. Coincidir con el tirano en acusar de violador de un derecho fundamental a USA por no permitir el negocio con rehenes, cuando en su país natal se carecen de todos, aparte de hipócrita es desvergüenza.

¿Cómo puede ser inhumana una Ley americana que prohiba un gasto superior a 50$ diarios en un país que le paga a sus ciudadanos 7$ al mes? La inhumanidad para Castro es un concepto relativo a su bolsillo que no va ligado al bienestar de la nación cubana. Lo único inhumano que sigue padeciendo el cubano es estar bajo el poder de este loco gladiador que lucha contra fantasmas para adormecer a un pueblo que sufre un letargo de más de cuatro décadas. Es el caso único de un paciente que ha sabido convertir su enfermedad mental en un acto psicótico atípico colectivo que le permite, valiéndose de su agresividad, mantenerse ininterrumpidamente decidiendo el destino de millones de cubanos.

El psiquiatra que trata a Castro debe, o ser otro loco ó un profesional con mucho miedo, porque el tratamiento inevitable al mal del dictador pasa por el internamiento definitivo junto a una inseparable camisa de fuerza, aunque esta tenga que ser de color verde olivo para que se sienta como en casa. Debe ser un internamiento que resulte una lección para muchos de sus quijotescos seguidores de España como Julio Anguita, Francisco Frutos o -el cada vez más solo- Llamazares. Todos, unos locos incondicionales de sus visiones "anti-imperiales". Pero sobre todo debe ser para los cubanos el antídoto necesario que impida volver a repetir la historia más cruel que aún padecen.

trastorno de personalidad fronterizo: trastorno que originalmente se creía que era "fronterizo" con la esquizofrenia.

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miércoles, junio 16, 2004

Carta de Castro a Roosevelt (Una Carta hecha con PRISA)

La carta de un niño de 12 años a un Presidente norteamericano no tendría tanta relevancia sino fuera porque ese niño se convertiría en el tirano más despiadado y sanguinario que sufriría la nación cubana. Fidel Castro, en una breve carta –en inglés- al Presidente Roosevelt, que será mostrada al público en noviembre próximo, le pedía un billete de 10 dólares y se brindaba para mostrarle las minas de Mayarí, Oriente.


Ese mismo niño con el tiempo llegó, desde condenar a 20 de años de prisión a quienes poseyeran $1 americano –por poseer la moneda del “enemigo”- hasta prohibir a los niños y a todo el pueblo cubano cartearse con su familia en el extranjero –por temor al “diversionismo ideológico”-. Tanto rencor al parecer guardó por no haber recibido los $10, que incluso prohibió el estudió del Inglés en la mayoría de las facultades cubanas sustituyéndolo por el Ruso o el Alemán.

No se sabe exactamente si es por casualidad o por causalidad, pero desde que ha tomado el poder el PSOE se nota una ofensiva mediática y propagandística a favor de una versión de la historia de la revolución cubana bastante alejada de la realidad. Algo de esperar cuando viene de los organismos culturales del gobierno cubano como el ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfico).

Recientemente se proyectó en TVE un documental sobre el Béisbol cubano claramente pro-castrista con la sintomatología de manipulación y tergiversación de la realidad cubana similar al PFFR (Poder fáctico fácilmente reconocible). Actualmente se distribuye en los Kioscos españoles un documental propagandístico llamado “Cuba: caminos de revolución” –al precio de 9.95€- del ICAIC junto con la empresa canaria Impulso récords y granvíamusical (holding del Grupo PRISA dedicado al desarrollo y promoción de proyectos musicales). Próximamente, el día 23 de junio, y por Vía Digital se estrena el documental Comandante que ensalza el lado “humano” de Fidel Castro.

Son tantos los proyectos futuros que parecen tener Castro y sus acólitos de España, que la carta de Castro a Roseevelt la han mostrado solo como algo anecdótico. Han olvidado el rastro de mentira que suele acompañar todo lo relacionado con el dictador cubano. Solo hace falta remitirse a hechos fácilmente demostrables. Fidel Castro nace el 13 de Agosto de 1926, la carta la escribe un 6 de noviembre de 1940 – y se sella el 25 de noviembre del mismo año en el Dpto. de Estado-, por lo que no tiene los 12 años que escribe en su carta a Roosevelt. Castro tiene 14 años y le miente al presidente americano. Castro mintió ayer, hoy y lo seguirá haciendo porque esa es su naturaleza.

Castro vivía en una democracia cuando escribió la carta. A sus 14 años no tenía que ir obligado a trabajar al campo si quería aprender como ocurre en la Cuba que él tomó como su finca, donde los campos se llenan de niños que han de trabajar para tener derecho a estudiar, aparentando ser los hombres nuevos que ideó el idolatrado Ernesto Guevara. Los padres -del adolescente y futuro asesino- no sentían el temor de las madres cubanas actuales cuando sus hijos son obligatoriamente reclutados para formar parte del Ejército, con el consecuente riesgo de que sean enviados a una guerra con la excusa de un llamado “Internacionalismo Proletario”.

Ahora bien, algo de responsabilidad han de tener también los que mienten o le dan los medios de canalizar tanta mentira. ¿Qué se persigue con el apoyo a la distorsión de la realidad cubana? Como decía Shakespeare “con el cebo de una mentira se pesca una carpa de verdad”. Ya se ganaron unas elecciones amparándose en mentiras ¿cuál otra carpa se necesita apoyando una cruel y despótica tiranía ahora?.

Más que nunca –para el bien del futuro de Cuba- es necesario luchar contra las mentiras que esparce Castro. Si ya desde pequeño mentía sin que sepamos el propósito, ahora miente y sus propósitos son aún más peligrosos para el mundo. Ya no miente sólo, tiene amigos igualmente mentirosos y manipuladores.

La verdad cubana se sepulta constantemente en España por medios afines a una ideología que Castro dice pertenecer y que tan siquiera respeta. Es a los cubanos y a los españoles sensibles con la tragedia, a quienes queda el compromiso de denunciar las manipulaciones del tirano y los ecos voluntarios que le favorecen. Seguramente estos ecos también ya carecen de base ideológica a no ser que como Castro todo se basa en vender por 10 euros la mentira que empezó a construir el niño que quiso 10 dólares.

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sábado, junio 12, 2004

Mesa con comején*

Marcelino MiyaresLeyendo la declaración hecha el 10 de junio por la Mesa de Reflexión Externa, agrupación que comprende siete organizaciones del exilio cubano, sorprende el ataque hecho al informe de la Comisión de Ayuda a una Cuba Libre [Commission for Assistance to a Free Cuba]. El escrito no sólo niega que el informe ayude a la transición pacifica sino que lo acusa de injerencista y de intervencionista aparte de violador de derechos fundamentales.

Es natural y democrático tener dentro del exilio divergencias de opiniones sobre un tema. Defenderlas aunque no sea una tarea principal en la lucha por la libertad de Cuba a veces es conveniente.

Pero la posición del PDCC (Partido Demócrata Cristiano de Cuba) –integrante e iniciador de la declaración– es contradictoria en toda su extensión. Según su presidente Marcelino Miyares la iniciativa norteamericana y las contramedidas de Castro "son más de la misma política que define erróneamente el problema cubano como un diferendo entre EE.UU.-Cuba, y no un problema esencialmente entre el gobierno y el pueblo cubanos". La expresión no puede ser más desafortunada, pues el "problema" cubano nunca ha sido entre USA y Cuba –eso lo dice Fidel y su propaganda–, ha sido entre un dictador y un pueblo bajo su despotismo. Castro siempre ha querido esconder su tiranía fabricándose un enemigo poderoso y no vale –si algo de dignidad queda– el coger esos mismos argumentos para negar el valor y la oportunidad que se le presentan a los cubanos con esta nueva iniciativa. Una iniciativa que permitirá contrarrestar la invasión mediática que impunemente el régimen ha esparcido por el mundo y que muchos gobiernos –incluso democráticos– han creído como cierta.

No debe ser lógico que Castro siga marcándole el paso a algunas organizaciones disidentes tanto dentro de Cuba como fuera. Y lo hará siempre que encuentre piernas flojas que estén dispuestas a bailar al ritmo de su cante. Si se ejercitara un poco el agradecimiento a quienes nos han permitido expresarnos en libertad, si se aprendiera a callar cuando no hay nada nuevo que aportar y si planteáramos alternativas viables que no estén sujetas a los caprichos hegemónicos del sátrapa que desgobierna Cuba, al menos estaríamos haciendo algo útil.

Hay varias partes de la declaración que ni Castro mismo, con su excelsa experiencia en la mentira, podría mejorar o manipular mejor. En el tercer párrafo se dice: "La proclamación pública del gobierno norteamericano de que distribuirá 59 millones de dólares para realizar actividades dentro y fuera de la isla para «favorecer a la democracia» viola la soberanía cubana". En primer lugar sería bueno que se aclaren qué entienden por soberanía y si consideran a Castro el soberano que ostenta la autoridad suprema y que no debemos violar. Y ya en un segundo punto sería conveniente analizasen como, al decir que se "distribuirán 59 millones de dólares", no le dan la razón a Castro en todas las detenciones arbitrarias efectuadas en Cuba acusando simplemente de mercenario a un disidente que recibe un papel, un lápiz o un viejo ordenador que le permita expresarse. Si por potenciar, con medios ajenos al control dictatorial, la voz de la disidencia dentro de Cuba, nos acusan de ir contra el soberano, bienvenido sea.

¿Cómo, destinar unos pocos millones de dólares en promover la información libre y en hacer fundamentalmente una política de divulgación de la realidad cubana –en la propia Cuba y en el mundo–, puede considerarse una violación de soberanía? El divulgar que se conozcan los miles de millones de dólares que ha invertido Cuba en promover el entrenamiento de terroristas, la injerencia y desestabilización de países vecinos y participar en guerras en nombre del "Internacionalismo Proletario" no debe ser condenable por quien se dice opositor.

En el cuarto párrafo dicen: "Políticamente estas medidas de enfrentamiento afectan al ciudadano cubano más que al gobierno y debilitan los esfuerzos por la búsqueda de soluciones verdaderamente cubanas al conflicto". Esto es una mentira de base y erróneamente expresada. El conflicto de Cuba es el ocasionado por la violación de derechos humanos a sus ciudadanos, y el mundo no puede quedar impávido y a la espera. Los cubanos llevamos más de 45 años intentando solucionarlo y sólo ha ocasionado sangre e incomprensión internacional. Y ahora que sale un proyecto que intenta ayudar a otros muchos proyectos netamente cubanos y que persigue concienciar de la situación cubana, salen organizaciones "moderadas" deseando que todo se mantenga igual. Un proyecto para llevar la democracia a Cuba y de forma pacifica, actualmente no es posible sin la ayuda de la comunidad internacional, y resulta evidente que Castro eso lo tiene que tomar como un enfrentamiento, un enfrentamiento a la impunidad con que lleva cometiendo sus crímenes –nacionales e internacionales–.

¿Por qué cuando la democracia cristiana o los socialdemócratas cubanos reciben ayuda de sus Internacionales, del Ministerio de Asuntos Exteriores español o de organismos como el NDI (Instituto Nacional Demócrata) y el IRI (Instituto Internacional Republicano) eso no constituye una violación de la soberanía cubana, pero cuando el gobierno norteamericano ayuda a la oposición eso es una intolerable injerencia? ¿No hay en esa actitud una mezcla de hipocresía y doble moral? ¿Era una intolerable injerencia que los polacos de Solidaridad recibieran ayuda de USA durante la lucha contra el comunismo? El argumento de la mesa se parece al que hoy emplea Chávez para perseguir a los demócratas de la oposición venezolana. Los quiere meter en la cárcel por haber recibido ayuda del NDI para organizar el referéndum revocatorio. ¿Condena "la mesa" la injerencia norteamericana en El Salvador o Nicaragua que llevó la democracia a esos países?

Cuando "la mesa" de siete "patas" recalca que "el encierro de la isla entorpece la expresión del pueblo y favorece al régimen castrista", no se comprende tanta cojera de verdades. ¿Es que acaso el pueblo cubano se puede expresar? ¿Existe tan siquiera una página web cubana, contraria a la línea de Castro, con un dominio .cu? ¿Tiene algún disidente posibilidad de expresarse con medios propios? ¿De dónde parte el encierro entonces?

En esta mesa hay siete organizaciones que la sostienen, pero un buen cubano que arrime su silla a ella solo podrá hacerlo desde el olvido. Un olvido que como un arquíptero** destruyó la dignidad necesaria para sostener algo más que el vacío moral que se puede degustar en ella.

* Comején: insecto originario de países cálidos que destruye cuanto encuentra.
** Arquípteros: Orden de insectos ápteros, con cuatro alas membranosas y reticuladas (libélula, comején).

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