España y su “efecto llamada” al terrorismo

La política exterior española seguirá a la deriva, o más bien “controlada” por quienes utilizan el terror para obtener sus objetivos. Da igual que sean piratas o algún gobernante caribeño con medio siglo en el poder. Lo que pidan se les dará, no importa que con ello pongan en riesgo a futuros pescadores en alta mar o lleven al ostracismo nuevamente a un pueblo que lucha pacíficamente por su libertad.
El presidente Rodríguez Zapatero ha buscado popularidad con sus medidas pero nunca responsabilidad. Faltar a compromisos con los aliados, incumplir pactos en política interna, complacer a dictadores y “pagar” a terroristas y secuestradores parece que continuará también en esta nueva legislatura.
Si se confirma lo asegurado por el periódico somalí Shabelle.net, que los piratas recibieron más de un millón de dólares por liberar a los 26 tripulantes del barco atunero “Playa de Bakio” estamos ante lo que puede llamarse un nuevo “efecto llamada” promocionado desde el gobierno, y ésta vez muy grave, pues los beneficiados no serán inmigrantes que buscan una vida mejor sino terroristas que han visto un filón en un gobierno débil, fácil de chantajear y hasta comprensivo con este tipo de actitudes.